ya acabó su novela

SEGURIDAD, SOBERANÍA ENERGÉTICA Y RECURSOS RENOVABLES

Publicado: hace 7 horas

César Gutiérrez

A raíz de la crisis financiera de Petroperú, se han utilizado dos argumentos en defensa de la petrolera estatal que ameritan un análisis en un ámbito más amplio que el económico y financiero, la seguridad y la soberanía energética. En este terreno la evaluación se hace en unidades de energía (Tera Joules), mientras que el componente monetario va en paralelo, siendo lo ideal que converjan: seguridad, soberanía y bajo costo, en un mercado abierto de libre competencia.

La seguridad se entiende como garantía de suministro de la energía demandada por el consumidor final, lo que es independiente de la procedencia del recurso, nacional e importado.

Hoy está garantizada la seguridad a precio competitivo, aunque lamentablemente para el último trimestre del próximo año, el sector electricidad que representa el 19.4%% de la demanda de energía a consumidor final, se vea afectada en un alza en sus costos, responsabilidad de los propagandistas del superávit de oferta, que no era tal en términos de producción a bajo precio.

La generación eléctrica con recursos energéticos renovables (RER) es un apoyo a las carencias de oferta de bajo costo, por supuesto sin negar la necesidad de un respaldo de producción en base a gas natural (GN).

Los partidarios irracionales de los fósiles pensando en su negocio se han opuesto hasta la fecha a las RER, con la sumisión gubernamental, dejando de lado el hecho que las reservas alcanzan para 15 años y creando la ilusión de la puesta en valor las reservas del lote 58, sin mencionar que estarán destinadas al mercado internacional, y que se hará explotación en áreas protegidas y reservas nacionales de Madre de Dios.

En los combustibles líquidos, la seguridad se apoya en la importación y estamos muy lejos de la soberanía. La producción local de combustibles líquidos con petróleo crudo nacional solo representa el 4.1% de la demanda de energía a consumidor final, y el incremento de la participación del etanol y el biodiésel, ayudaría a disminuir la dependencia internacional, crear empleo en la zona rural e impactar favorablemente en la creación de industria y empleo.

La visión de las autoridades del sector energía es limitadísima, no tiene agenda propia, y se deja llevar por la presión de los grupos de interés que forman parte de los poderes fácticos.


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César Gutiérrez

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