¿POR QUÉ RECIÉN SE ALERTA SOBRE RESERVAS DE GAS NATURAL?
Congreso debe hacer control político sobre negociación del Ejecutivo
Es una perogrullada mencionar que en política no hay casualidades, más aún cuando hay cobertura mediática intensa en un determinado tema donde el Ejecutivo tiene que tomar decisiones. Es lo que viene ocurriendo con las reservas del gas natural (GN), donde es reiterativo el mensaje que solo se tiene un horizonte de 15 años.
Hay dos aristas en este tema, la primera es sobre la actividad exploratoria y la segunda que los contratos de licencia de explotación de los lotes 88 (Camisea) y 56 (Pagoreni), no tienen compromisos exploratorios, y el operador de ambos yacimientos, la argentina Pluspetrol, no ha reportado actividad alguna de búsqueda de nuevas reservas, más aún, cuando las que tienen se pueden agotar antes del vencimiento de sus contratos.
Sobre la actividad exploratoria, que ha ido cuesta abajo en la rodada desde el 2011, ha llegado a cifras de terror en los últimos tres años. Expresado en millones de dólares (MMUS$) se ha tenido 3.0 en el 2021 y 2.0 en los años 2022 y 2023. Cifras magras a las que se registraron en el 2014 donde se tuvo 502 MMUS$, que ya era una cantidad que venía descenso., en el 2011 se invirtió 599 MMUS$
No habiendo compromisos obligatorios en los lotes 88 y 56, Pluspetrol y sus socios no hicieron mayor esfuerzo, en rigor no tenían porque hacerlo. Así se ha llegado que al cierre del 2023, según el Libro de Reservas del Ministerio de Energía y Minas nos dan cantidades que con los ritmos de producción de ese año, permiten afirmar que las reservas en Camisea durarán 18 años; en Pagoreni tan solo 7 años y en el lote 57 el horizonte es de 15 años.
La propaganda mediática generaliza y menciona 15 años de reservas, pero es bueno ver la realidad por lote. El 88 es usado para el mercado local, siendo el sector eléctrico el que más demanda (63%), y tiene un precio preferencial 44% menor que otros consumidores. El 57 es utilizado también en el mercado local.
El 56 cuya producción se destina a la exportación amerita analizarse con detenimiento. Si en el futuro produce al ritmo del 2023, que representó el 49% de la capacidad de la planta de licuación de Pampa Melchorita, las reservas le durarán 7 años, pero si se usara la planta al 100% de capacidad como ya ocurrido con anterioridad, en el 2027 ya no habrá posibilidad exportadora alguna.
Si entramos al terreno de las especulaciones técnicas podríamos hablar de las reservas probables y posibles. En ese escenario, en el 88 se tendría para 5 años adicionales, en el 57 para 9 años más y en el 56 para tan solo un adicional de tres años.
¿Qué pedirán los operadores en las circunstancias señaladas?: ¿ampliación de plazos contractuales y a menores regalías ante hallazgos milagrosos?, ¿tomar reservas del 88 para exportar? ¿liar bártulos y buenas noches los pastores? ¿qué se cambien las leyes de áreas protegidas para hacer explotación de la Cuenca Madre de Dios?
Agrego a las interrogantes: ¿cómo en este contexto se promete un gasoducto costero y se acuerdan de la petroquímica en base a fósiles? ¿Se han olvidado que en el 2007 los productores del yacimiento de Camisea no querían la industrialización del GN? Hoy afloran los olvidadizos y los que recién se enteran y que se convierten en voceros.
Con un gobierno tambaleante como el actual donde ya empieza a hablar de vacancia por el paso por el quirófano de la vanidad por parte de la mandataria, es el mejor momento para aprovecharse y llevar agua al molino propio, corresponde al Congreso el control político acordándose de la responsabilidad que tienen con el país, más aún que ingresamos a un año electoral.