César Gutiérrez

El anuncio que había sido despertado de su letargo de 16 meses el dictamen N° 30 aprobado en la Comisión de Energía y Minas del Congreso, encendió las alarmas en los predios de los fósil lover´s de la electricidad. Se trataba de la resurrección de una posible ley que favorecería a los promotores de la generación de electricidad con recursos renovables (RER).

Las admoniciones y los anuncios apocalípticos surgieron en tiempo récord, por si se aprobase en el pleno el dictamen mencionado. Pregoneros salieron al frente como en las épocas coloniales.

Los renuentes a los pregones salimos de la aburrida espera y tenemos caso para el debate. Empecemos por un tema central, los incentivos normativos para las RER. Les recuerdo que no hay nueva tecnología que no venga con su norma bajo el brazo. Los fósiles no deben olvidar que se les creo un contrato de garantía de compra de gas natural (GN), vía Electroperu, que no tenía termoeléctrica alguna.

Los recuerdos concurren, como el adelanto del pago de la Garantía de Red Principal para los constructores de los ductos de transporte. Tampoco hay que ser amnésicos sobre el precio preferencial con 44% de descuento del GN para termoeléctricas, que llegó para quedarse hace 24 años.

Para ser justo con la preocupación de la pérdida de incentivos para la construcción de termoeléctricas, los invito a revisar el Libro de Reservas que nos dice que solo hay GN en el lote 88 para 18 años, y que sus suministradoras del energético no han repuesto una molécula que han vendido, teniendo utilidades netas del orden de 25% de los ingresos brutos.

Un pregón solemne profetiza que las regalías que cobra el Estado por el GN y los líquidos de gas natural (LGN), caerán. Les sugiero no dramatizar que los termoeléctricos no disminuirán su producción y que los LGN se seguirán trabajando al máximo con reinyección de GN a los pozos.

Quedan dos temas más para la discusión, sobre el pago por la regulación primaria de frecuencia, y el supuesto impacto billonario en las cuentas de los usuarios por los “costos sombra”. Sería bueno que publiquen el detalle de sus elucubraciones matemáticas.

Recomendación para los legisladores, firmeza, estamos en vísperas del bicentenario de la Batalla de Ayacucho que nos libró de la colonia.