La semana pasada se difundió en redes sociales una supuesta enmendadura de plana internacional al gobierno peruano sobre la cantidad anual de emisiones de gases de invernadero (GEI). Habría ocurrido durante la Conferencia Marco de las Naciones Unidas del Cambio Climático, que se realizó este mes en Bonn, Alemania.

La corrección referida es por el reporte presentado por los representantes de Perú en la COP 28, desarrollada en Dubái en diciembre pasado, donde se habría señalado una cantidad de GEI que era la tercera parte de la real, que es de 210.4 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente. Es decir que los asistentes ni siquiera habrían leído los documentos oficiales.

Nuestras emisiones a nivel mundial son marginales, llegan al 0.42% del total, según el documento oficial gubernamental vigente que tiene data del año 2019, denominado Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero 2019.

Si bien es cierto que lo que hagamos no va a salvar al planeta, sí es importante porque en la COP 21 (París 2015), nos comprometimos como Estado a una reducción de los GEI del 20% en el 2030, respecto a una proyección que considera la cantidad de emisiones que se tendrían si no se tomase medida alguna. Cuando se hizo el ofrecimiento, la reducción ascendía a 59 millones de toneladas (MMTn). Con la proyección del año 2019 la reducción deberá ser de 43.4 MMTn.

Para saber si vamos en el camino correcto debemos tener claro que significan los 43.4 MMTn. Implicaría reducir a cero las emisiones de la generación eléctrica, del transporte y de la industria del cemento, es evidente que es un imposible de conseguir en los próximos 6 años.

No son los tres rubros mencionados los más relevantes en GEI, la generación eléctrica representa el 6%, el transporte 12.2% y la industria del cemento 2.3%. El origen más importante de los GEI está en el rubro de uso de tierras y cambio de uso de tierras (UTCUS), que hacen el 47.9% del total. Aquí es donde el gobierno debería tener una política agresiva contra la deforestación. Sin embargo, no lo hace y según publicación oficial del CEPLAN del 2023, con data al 2020, anualmente se deforestan 118 mil hectáreas.

Como todo lo que ocurre en este gobierno, no hay orientación alguna en temas ambientales.