Las decisiones que tome la desacreditada alianza Ejecutivo-Congreso no solo tendrán que ser revisadas a posteriori, sino investigadas en las personas involucradas en su origen y promulgación como leyes, más aún después del desvergonzado blindaje a Dina Boluarte en el “rolexgate”, que genera legítimas suspicacias de lo realizado y de lo que está por realizarse.

Me voy a referir a la reciente publicación de la llamada “Ley de Fomento del Hidrógeno Verde” (ley 31992), de la cual ya se ha venido comentando en diversos medios la definición contenida en su artículo 2, que establece que la producción se puede realizar con tecnologías de baja emisión de gases de efecto invernadero.

Bajo este paraguas legislativo ya veo a los fósiles afirmar que la generación de electricidad con gas natural (GN) en termoeléctricas que operen en ciclo combinado, cumplen el requisito para afirmar que las productoras de hidrógeno que hayan utilizado su suministro de electricidad, puedan calificar su producto como Hidrógeno Verde (H2V).

La electricidad es la fuente de energía de las plantas de H2V, donde la unidad que lo produce llamada electrolizador consume el 98%, mientras que las otras componentes (separadora de aire, almacenamiento de nitrógeno y de hidrógeno) demandan el 2% restante. Para ser clasificado como verde se necesita que el abastecimiento eléctrico provenga 100% de energía renovable (RER).

Lo que no se ha mencionado hasta ahora es que en el artículo 5 de la mencionada ley se establece que el Ministerio de Energía y Minas (MINEM), será quien establezca las reglas para emitir el certificado de origen verde. Es decir, que se le ha dado el rol de certificador de documentos que reconocerán un derecho que no corresponde, para entenderlo en lenguaje coloquial en “notaría del jirón Azángaro”.

La influencia de los fósiles en la Plaza Bolívar y en la Plaza Mayor se pone una vez más de manifiesto, ya no solo es la oposición a la legislación de las RER, y la presión para otorgar subsidios a grandes consumidores de GN en concesiones de distribución de provincias. La frescura ya está al nivel de la dupla Boluarte-Oscorima y sus afirmaciones que los Rolex y pulsera Bangle, fueron compradas para ser prestadas a plazo indefinido.