César Gutiérrez

En el Ejecutivo y el Legislativo se han olvidado de que el interés nacional debe primar, gobiernan para los intereses de grupo en todos los terrenos. Siendo un tema tan amplio me voy a referir exclusivamente al sector energético, con lo que ya tenemos bastante.

Hablar de energía, implica los sectores del electricidad, combustibles líquidos y gas natural, sobre los que se han tomado decisiones que van en contracorriente de un manejo óptimo. Se hace propaganda en lugar de poner temas al debate, y mediáticamente se le da poquísima importancia, porque más acogida en el público tiene la judicialización de la política que lleva más de 7 años en nuestro país.

En electricidad, el mundo se orienta a las energías renovables, lo que no significa que en un santiamén desaparecerán los hidrocarburos, y algunas mínimas señales deberíamos tener a estas alturas. Se tiene un dictamen de la Comisión de Energía del Congreso, puesto en la congeladora de su mesa directiva. Se propone entre otros, tener tres horarios en lugar de dos, para el reconocimiento de la entrega de energía, lo que daría impulso a la generación en centrales solares, pero hay intereses para que no se avance.

Sobre el apoyo en precios al consumo de gas natural (GN) para los usuarios domiciliarios y las pymes mediante un subsidio cruzado, desde Palacio se ha devuelto por segunda vez al Congreso una autógrafa de ley para que se incluya a los grandes consumidores, lo que significaría perjudicar a los comercializadores favoreciendo a los distribuidores. Intereses frustran un avance.

Habiendo casi 1 millón de hogares que cocinan con leña, donde nunca llegarán las redes de GN y existiendo un fondo (FISE) para incluirlos como consumidores de GLP, se prefiere usar sus recursos para la publicitada masificación del gas. Con el 32% de la recaudación del FISE de un año se les podría incluir al GLP a este millón de hogares, mientras que, para habilitar redes para 100 mil hogares, el 100% de lo obtenido por el fondo en un año es insuficiente. Irracionalidad en el uso de recursos se llama.

Finalmente, está el caso Petroperu, donde ya el fisco no deber seguir aportando, sin embargo, no hay decisión sino solo discursos.

Es hora que exijamos compromisos nacionales.