NECESIDAD DE RELEVOS URGENTES EN GABINETE MINISTERIAL
El 2023 ha sido un año de pésima gestión gubernamental que se puede resumir en cuatro aspectos: malabarismo en el déficit fiscal, recesión, estatismo e inseguridad. Estamos ante un gobierno donde la presidenta Dina Boluarte tiene desconocimiento del manejo del Estado, siendo el gestor defacto el Premier Alberto Otárola, de visión muy limitada, pero con instinto para navegar en las turbulencias políticas. Por la confianza que le tiene la mandataria, seguirá en el cargo.
En este contexto, si se desea una mejoría compete cambios urgentes en el gabinete, donde por el poco tiempo de permanencia en la cartera- no llega aun al mes-, lo sensato es exonerar al ministro del Interior de exigencias inmediatas. Con esta precisión corresponde argumentar el pedido de relevo de los titulares de los ministerios de Economía y Finanzas, Alex Contreras y de Energía y Minas, Oscar Vera.
El ministro Contreras, cuyos pergaminos académicos y experiencia en el sector estatal no están en duda; sin embargo, no eran elementos suficientes para conducir una cartera donde se requiere peso específico ante los agentes económicos: empresas industriales, comerciales, de servicios, y financieras. Esta virtud no la tenía ni la ha adquirido en el ejercicio del cargo, por lo que no ha generado la confianza suficiente para la inversión privada que ha sido una de las limitantes en su gestión de un año.
Contreras exhibe dos resultados que son lapidarios: el incumplimiento de la meta del déficit fiscal de -2.4% del PBI, registrando hasta noviembre pasado -2.7% del PBI, luego de un malabar de exigir una transferencia de recursos del Banco de la Nación por 1,000 millones de soles. Tremendo enredo para disminuir el déficit en 0.1%. A esto se suma la recesión que apunta que al cierre del año lo más probable se tenga una caída de 0.6% del PBI.
En cuanto al ministro Vera, su vivencia profesional es solo el mundo Petroperu, con una visión de los años 70, estatismo puro. Ha comprometido a la agencia Perupetro para la entrega directa de lotes a la petrolera estatal, afectando los mecanismos de competencia y haciendo apología de la operación de la Nueva Refinería Talara con afirmaciones que no se condicen con la realidad. Deméritos para su inmediato cambio.