En los últimos días, luego del reconocimiento que estamos en recesión, por parte de Alex Contreras, titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), se intensificaron las noticias de resultados positivos obtenidos por Proinversion y la certificadora ambiental, Senace. Se pretende instalar el mensaje que hay una recuperación de la inversión privada, que hoy es una de las grandes carencias del gobierno y que cerrará el 2023 con una caída de 5.3% del PBI.

En Proinversion se han podido otorgar este año concesiones con compromisos de inversión por 2,300 millones de dólares (MMUS$), siendo los principales sectores favorecidos, la transmisión de electricidad, que ha comprometido 1,379 MMUS$ y el sector hospitalario de EsSalud con 323 MMUS$. En ambos rubros hay empresas que han tenido experiencias positivas en nuestro país.

Por el lado del Senace, donde se aprueban los estudios de impacto ambiental, bastante criticado por los inversionistas, principalmente del sector minero, el ciclo formal de aprobación es de 2 años, aunque en términos reales en promedio son unos 3 años. Sin embargo, ha ido mejorando la evaluación y este año se han aprobado proyectos cuya inversión asciende a 6,142 MMUS$.

Bien por los avances de Proinversion y Senace, pero hay que resaltar que las inversiones no se ejecutarán inmediatamente, hay ingeniería de detalle por realizar, permisos de construcción por obtener, constructores por contratar y adquisiciones por hacer. Lo más cercano por contabilizar en inversiones es la construcción de transmisión eléctrica donde existen plazos de ejecución hasta por cinco años y medio, lo que significa que los 2,300 MMUS$ que son cerca de 1% del PBI, se diluirán en un quinquenio.

Explicada la situación, el triunfalismo que quieren vendernos desde el MEF no es tal, más bien por los malos resultados de la variación del PBI y por la aún no anunciada posición que tomará sobre el auxilio a Petroperu, estamos más cerca de caer por debajo del “grado de inversión”, que se obtuvo con mucho esfuerzo en el 2008, luego de 18 años de sacrificio económico. Con la calificadora Fitch & Rating estamos a un escalón para pasar a “grado especulativo”.

Sin dudas el relevo del ministro Contreras es una necesidad perentoria.