En el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) no aciertan ni en el discurso, la mendacidad queda en evidencia. El responsable de la cartera Alex Contreras, luego de admitir lo innegable, que estamos en recesión, con una caída acumulada del PBI hasta el mes de agosto de 0.58%, declaró que con el crédito suplementario de 5,447 millones de soles (MMS/.) que le acaba de aprobar el Congreso se revertirá la situación, dando esperanzas que el 2023 se cerrará con un crecimiento económico magro.

Según el MEF se espera que este año se tenga un crecimiento de 1.1% del PBI, que es un alineamiento con la expectativa generosa del FMI. Por su parte del BCRP proyecta 0.9%; mientas que la banca local es menos optimista, el BCP pronostica 0.6% y el BBVA, 0.4%. La banca internacional es cautelosa, Goldman Sachs, apuesta por 0.2% y Barclays Bank, 0.5%. Las consultoras nacionales, no perciben terminar con crecimiento sino con caída, el IPE y Macroconsult estiman -0.2%.

Traduciendo al ministro Contreras, lo que ha querido decir es que con el crédito suplementario cumplirá con el 1.1% de crecimiento del PBI. Optimismo desbordante, siempre apostando por la inversión pública donde espera que con una inyección de menos de 1% del PBI, en los dos meses que faltan para terminar el año, pasará de negativo a positivo y cumplirá con su meta prometida.

La cuantía del aporte presupuestal no se condice con la expectativa y en el plazo es peor aún. Si los mecanismos administrativos de transferencias desde el MEF a las entidades públicas y el uso en ellas se hiciesen efectivas inmediatamente, con suerte eso ocurrirá en los primeros días de diciembre, tiempo insuficiente para que haya una recuperación.

Es evidente que nos mienten, lo que deteriora la confianza para la inversión privada que este año tendrá un decrecimiento de -5.3%. En estas circunstancias el relevo del titular del MEF es una necesidad, como también la del Premier Otárola.

Inconcebible que a la cabeza del Consejo de Ministros se le haya perdido respeto desde el interior del gobierno, señal que su ciclo terminó. La información sobre sus designaciones que generan suspicacias y sus visitas a amistades, corresponde a reglajes que no son propios de la investigación periodística.