PENDIENTES TRAS EL ASESINATO DE FERNANDO VILLAVICENCIO
Los comentarios tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, ocurrido en Quito el pasado día 9, se han centrado en la búsqueda de responsabilidades de los autores materiales e intelectuales.
Las conjeturas son diversas, desde el narcotráfico, pasando por corporaciones petroleras que denunció, el “correismo”, conjura del Foro de Sao Paulo, y hasta el aparato gubernamental ecuatoriano. La situación se encamina en la misma ruta del magnicidio en julio del 2021 del presidente de Haití, Juvenel Moïse; teorías conspirativas por doquier y ninguna certeza.
Más allá de exigir la búsqueda de la verdad, es de interés tanto en Ecuador y Perú, seguir la huella de la investigación iniciada en 2013 por Villavicencio, sobre la corrupción en las operaciones comerciales petroleras, que han quedado plasmadas en su libro “Ecuador: Made in China” y en el informe de marzo del 2022 aprobado en la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Ecuatoriana.
El tema de fondo de las investigaciones es la participación de la multinacional Gunvor, que ha trascendido a los gobiernos de Rafael Correa, Lenin Moreno y Guillermo Lasso. En estos dos últimos por el manejo del flete marítimo de la estatal Flota Petrolera Ecuatoriana (FLOPEC), que originó denuncia constitucional contra Lasso y que ha devenido en el cierre de la Asamblea y convocatoria a elecciones.
La relación petrolera entre Ecuador y Perú es muy estrecha, dado que la principal refinería de la estatal Petroperu ha sido dependiente del crudo Oriente, exportado por Petroecuador y la “Nueva Refinería Talara”, requerirá del crudo Napo, también vendido por aquella.
En la investigación de Villavicencio, han tenido dedicación importante las exportaciones a Perú y el rol del exfuncionario de Gunvor, Raymond Kohut, visitante frecuente a Perú, que se ha declarado culpable de pagar sobornos en Ecuador por 70 millones de dólares, y que está detenido desde el 2021 en los Estados Unidos.
Aquí no se le ha dado mayor importancia al tema tanto por la Contraloría como por el Ministerio Público, lo que es lamentable, más aún cuando en el affaire FLOPEC, aparece según la prensa ecuatoriana el peruano Roberto Dongo, motivo para retomar indagaciones por las autoridades peruanas.