SENTIMIENTOS Y CIFRAS ENCONTRADAS POR LOTES A PETROPERU
Un dictamen de la comisión de energía y minas del Congreso, que establece que pasen a Petroperu por negociación directa con Perupetro todos los contratos de lotes petroleros que se venzan; ha encendido el debate. La decisión queda en el pleno del Legislativo en un momento cuando hay en curso una licitación para otorgar los lotes V y VII, ubicados en la región Piura y cuyos resultados se esperan para el día 27 del mes próximo.
La privatización de Petroperu en los años 90 tuvo el grave error de desintegrar verticalmente la empresa, y los lotes pasados a manos de privados experimentaron una declinación de producción permanente, con ligeros intentos de atenuar la caída mediante incentivos de inversión que lamentablemente no dieron mayores réditos. Así hemos llegado a la situación actual donde la producción local utilizable para refinación no llega al 10% del volumen requerido.
De la época privatizadora se hereda la Ley Orgánica de Hidrocarburos, del año 1993, compatible con la Constitución Política de ese año, donde se promueve la inversión privada y establece que el mercado se rige por oferta y demanda; crea a Perupetro como empresa promotora de la exploración-producción y le otorga la facultad de entregar lotes por negociación directa o competencia.
Bajo este marco legal, se ha lanzado la licitación para otorgar los lotes mencionados, bajo el supuesto que habrá más de un interesado, es lo que corresponde. Mal se hace estableciendo que deben entregarse directamente a la petrolera estatal. Punto en contra del dictamen aprobado, colisiona con la competencia.
El otro escollo es el financiero, si el gobierno quiere que Petroperu participe en sociedad con un privado debería prever la fuente de financiamiento, pues en la actual situación de la empresa no encontrará al socio que aporte los recursos con cargo a resultados futuros.
Por los dos puntos mencionados, la discusión excede el ámbito de preferencias de estatistas y privatistas, queda claro que estamos en el terreno de la legalidad y de la realidad de conseguir recursos que en este caso dependería de la decisión del Ministerio de Economía y Finanzas que, así como su titular asiste al toque de campana en Wall Street, tiene que tocar la realidad en el jirón Junín.