Hacer predicciones sobre lo que viene en el terreno económico en el próximo gobierno, no tiene sentido alguno mientras la incertidumbre política exista, que para empezar tiene dos etapas: el desenlace en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y el inicio del período gubernamental el próximo 28 de julio.

El JNE tiene que resolver los pedidos de nulidad presentados, que, según el cómputo de días y horas establecidos oficialmente, así como el pago de la tasa exigida, hay: 14 apelados, 4 en trámite y 16 en evaluación; en total se llegaría a 34, de los que ya se han pronunciado en 10 casos. En simultáneo, hay 212 actas ingresadas fuera de plazo que han sido apeladas, la probabilidad que éstas se declaren improcedentes es altísima.

Superado el impase de la “declinación” del fiscal Luis Arce Córdova, con la juramentación del fiscal Víctor Rodríguez Monteza, usando el concepto de “suspensión”, que amerita mayor explicación de fundamento jurídico por parte del titular del JNE, Luis Suárez Arenas; una alternativa es que se culmine esta semana con la revisión de nulidades y se proclame a Pedro Castillo. De ocurrir este hecho, entramos a un período de incertidumbre intermedio, que se esclarecerá con la juramentación del gabinete ministerial el 28 de julio, porque en política nada está dicho hasta que ocurre.

Existe otro escenario, que ocurra otra declinación en el pleno del JNE, y allí sí que el camino está allanado para que el día del bicentenario asuma interinamente el Presidente del Congreso que se elija el 27 de julio. Sobre el particular no hay pronóstico que valga, solo la votación de los legisladores electos lo decidirá, cualquier correlación de fuerzas que se haga a estas alturas es moneda feble.

De suceder este segundo escenario, la incertidumbre será mayúscula, no hay legalidad para la nulidad de elecciones y se debatirá si el pleno actual del JNE tiene que culminar su tarea; por supuesto, una vez completado el quorum reglamentario. Habrá voces clamando por una nueva elección, la que involucrará presidenciales y congresales, que según los plazos establecidos por lo menos se tendrá 9 meses de intinerato, que, considerando dos vueltas electorales, llegaremos a julio del 2022 para tener gobierno para un quinquenio.