Se estima que en la presente semana el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), decidirá el desenlace de la reciente segunda vuelta electoral, y en la eventualidad que Pedro Castillo (PC) fuese proclamado Presidente de la República, es pertinente preguntarse ¿cuál será el panorama tanto en el terreno político y económico?

En el ámbito político, las huestes alineadas con Keiko Fujimori, no hay duda que desplegarán un blitzkrieg inmediatamente. Intervendrán en todos los terrenos: movilización callejera, judicial e internacional, donde el summum sería conseguir para PC un magro reconocimiento de otros gobiernos. Predecir la eficacia de esta acción es ingresar al terreno de la especulación.

Mientras los hechos discurren en la política, donde ver un resultado final no se dará en cortísimo plazo, la economía caminará por una vía mucho más rápida, pues los agentes del mercado transitarán entre la especulación y el acomodo taimado con el ganador.

En todo gobierno electo, el jaleo es inevitable, participan: los partidarios, los aliados, los poderes fácticos y los especialistas en auparse a la hora nona; todos quieren su cuota de poder o en el extremo, una sinecura.

En esta oportunidad, la situación será más compleja de lo habitual. Entrarán en la disputa: el partido Perú Libre, con su capitoste Vladimir Cerrón, que reclamará marxismo-leninismo; Pedro Castillo, que supuestamente tiene una visión menos radical; Verónika Mendoza y su equipo de Juntos por el Perú que ya están actuando como voceros, sin que ello signifique son los elegidos y por supuesto los grupos económicos que están tras bambalinas buscando su “hoja de ruta”, como en el 2011.

Una buena pregunta es ¿por dónde se espera que se oriente la decisión? Pienso que ni el propio PC lo sabe, y recién tendremos una señal cuando se anuncie oficialmente un gabinete ministerial; eso en términos de tiempo se dará pocos días antes de la asunción de mando. En buen romance, la incertidumbre reinará por lo menos los próximos 30 días, siendo las variables más vulnerables el tipo de cambio, el Embig, que será una espada de Damocles sobre la tasa de interés y el retiro de depósitos bancarios en soles y dólares.

De darse la hipótesis planteada, habrá que estar preparados.