Está en fase final en Indecopi, la petición de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), de suprimir los derechos compensatorios (DC) que se imponen en Perú al Biodiésel (B100) proveniente de su país. El argumento utilizado es un supuesto “cambio de circunstancias” que es una de las alternativas para la reconsideración de derechos impuestos que están permitidos por el Acuerdo de Subvenciones y Medidas Compensatorias de la Organización Mundial de Comercio. 

Los DC se impusieron en enero del 2016, fueron ratificados y modificados en julio del 2018, estableciéndose montos que van desde 15.1 a 208.2 dólares por tonelada métrica (US$/Tm), que representan un cargo sobre el precio FOB que está en el rango de 2% a 26%. Los DC vencerán el próximo 27 de enero.

Los “cambios de circunstancias” invocados por la Carbio son tres: 1) que la capacidad de producción entre los dos principales agentes del mercado peruano ha cambiado significativamente, el minoritario del 2014, pasó a ser el mayoritario en el 2019; 2) que el aceite crudo (AC), que es el insumo para la producción de B100, en el caso de la palma, que es el producido en Perú ha disminuido en 37.6%, mientras que el de soja, que se produce en Argentina lo ha hecho en 27.7%, y 3) que en Argentina las tasas impositivas a las exportaciones se han incrementado de 7% a 27% para el B100 y han disminuido de 32% a 30% para el AC.

Un tema que no está en la petición, pero que la contraparte peruana alude apropiadamente, es la diversidad de tipos de cambio existentes en el país de La Plata, que se suma a la argumentación que se exporta a precio de dumping, 28.6 % menor para el mercado externo respecto a su mercado local.

La discusión es técnica, pero se ha visto empañada por las declaraciones públicas del Canciller argentino, Felipe Solá, con una trayectoria de 33 años en la vida política de su país, donde ha ejercido la cartera de Agricultura en más de una oportunidad. A esto se ha sumado la participación en las audiencias de Indecopi de funcionarios de la División de Solución de Controversias de la Cancillería rioplatense. La politización del tema genera suspicacias de presiones al más alto nivel que devengan en soluciones que no sean técnicas.