Las discrepancias entre dos facciones de empresas productoras de electricidad-generadoras-lleva tres años de politización. Empezó en el Congreso de la República en el segundo semestre del 2016 y se mantuvo hasta su cierre en septiembre del presente año, con la presentados por congresistas de Acción Popular y Fuerza Popular, de tres proyectos de ley. Ninguno de los autores tenía experiencia en los complejos temas normativos del sector electricidad. La redacción de sus propuestas se mantenía en un margen que iba desde la intrascendencia hasta el desconocimiento pernicioso.  

A la par que estos proyectos corrían en las comisiones del Congreso, el Ministerio de Energía y Minas-Minem- era requerido en el 2017 por las empresas interesadas para que emitiera un dispositivo que cubriese sus expectativas, que eran, fijar las reglas para la formación de precios en el mercado de corto plazo-mercado spot-, que es aquel donde las generadoras transan los excedentes con los déficits. A fines del mencionado año se publicó la norma esperada, la que resultó ser un bodrio que no alteró el estado de las cosas.

Agotada la vía ministerial acentuaron su trabajo en el Congreso, fusionaron los proyectos y produjeron un engendro, que tenía aberraciones conceptuales de economía y dejaba entrever que había habido un arreglo entre las partes en conflicto, que se quebró hacia el cierre de la última legislatura-julio 2019-, con lo que no se llegó a aprobar la pretendida atrocidad legislativa.

La pugna en el Legislativo continuó en los meses de agosto y septiembre. Cerrado el Congreso, se acentuó una estrategia que habían lanzado tímidamente desde mayo de este año. Se cambiaba el debate exasperado entre personas de cuello y corbata, para pasar a la movilización social, llevar grupos de ciudadanos a vociferar en la puerta del Minem y el regulador Osinergmin. Crearon “la portátil eléctrica”, para estar a tono con la tendencia de la electromovilidad. Mientras tanto, en los medios se pregonaba por una baja de tarifas, con argumentos falaces.

Así culmina el año sin tener una salida en el tema y se espera que el nuevo titular del Minem se pronuncie, por lo menos con la prepublicación de una norma legal que reconozca el mercado de competencia.