Desde fines de abril pasado se tomó conocimiento de la restricción de operaciones a partir del 28 de julio, de la Planta de Separación de Malvinas, donde convergen las producciones de gas natural (GN) y líquidos de gas natural, de los lotes 88, 56 y 57. Información difundida mediante una escueta nota de prensa del operador de la planta, Pluspetrol Camisea SA. Antípoda del despliegue publicitario que realizaba por esa misma época por el mundial de futbol de Rusia. 

El Ministerio de Energía y Minas (MEM) guardó mutis, a pesar de los reiterados requerimientos de públicas precisiones. Solo el Comité de Operaciones del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (COES), en sus publicaciones mensuales de Junio y Julio del “Programa de Operación de Mediano Plazo”, hizo mención sobre la máxima cantidad de gas natural (GN) para generación de energía eléctrica, que estaría disponible en el período comprendido entre el 28 de julio y el 03 de agosto, que le denominaban días críticos, de un proceso que aún estará en curso hasta el próximo 17 de agosto.

Ocurridos los hechos, la información de acceso público del COES muestra que fue necesario operar centrales a carbón, petróleo residual 500 y a petróleo diesel 2 (D2). Adicionalmente se ha conocido que la central térmica de Puerto Bravo, parte del Nodo Energético del Sur (NES), ubicada en Mollendo, de propiedad de Kallpa Generación SA, que es de operación dual (GN/D2), con una capacidad de 632 Megavatios (MW) a D2, ha sido necesario que opere con este combustible, ante la inexistencia de GN en esa ubicación por la paralización del gasoducto sur peruano (GSP). Este hecho tiene implicancia económica, pues el costo de producción se ha incrementado en 387%.

Las lecciones que nos quedan son: el Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN), es dependiente en extremo del suministro de GN y que carencias conducen a crecimientos exponenciales del precio; que los satanizados NES y GSP son necesarios y que en el cálculo de la reserva de generación, debe tenerse presente la contingencia de restricción de suministro de GN desde la Planta Malvinas o por la salida de servicio del gasoducto o poliducto Camisea-Lima, cuya redundancia es parte del paralizado proyecto GSP.