Moralistas que señalan actos de corrupción con firme dedo acusador, ejecutivos de empresas que dicen haber sido sorprendidos y personas ligadas al sector financiero y al aparato estatal que reclaman sanciones “caiga quien caiga”; es lo que vemos hoy en día en opinión pública en el caso Lava Jato y con decibeles aumentados por el término del contrato del Gasoducto Sur Peruano (GSP), por no haberse completado el “cierre financiero”.  

En la maraña de titulares y artículos de opinión, nadie se pregunta por el rol que han jugado la estatal Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide) y las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) que manejan recursos del estado y de los trabajadores, respectivamente, y como tal deben ser absolutamente trasparentes por las inversiones efectuadas en el GSP, que dada la terminación del contrato la probabilidad de pérdida total es altísima.

COFIDE A LOS DOS MESES DEL CONTRATO YA GESTIONABA FINANCIAMIENTO

Para los desmemoriados y los que dicen que fueron sorprendidos, un recuento cronológico de las participaciones societarias y financiamiento al proyecto les vendrá bien.

El proyecto del GSP fue otorgado en Junio del 2014, el contrato se firmó en el mes siguiente, Julio. El inicio del Caso Lava Jato se había dado en marzo del mismo año y la empresa Odebrecht aún no había sido implicada. La construcción se estimó en cerca de 4,600 millones de dólares (MMUS$) a valores del año 2019 y el valor actual a dicha fecha de la serie de 30 años de los costos de operación y mantenimiento en 2,700 MMUS$, lo que totalizaba los US$ 7,300 MMUS$ reiteradas veces mencionado. En septiembre del 2014, es decir dos meses después de la firma del contrato entre el Consorcio Gasoducto Sur Peruano (CGSP) y el concedente Ministerio de Energía y Minas (Minem), en la agenda para la sesión N° 820 del directorio de Cofide, de fecha 30 de septiembre se presentaba en la sección órdenes del día, el financiamiento con fondos de dicha institución por 125 MMUS$ para el CGSP, vía Citibank (Cofide es banca de segundo piso) y de otros 125 MMUS$, vía Deutsche Bank, para Odebrecht Latinvest Perú Ductos SA (en ese momento accionista del 70% del CGSP). De esos montos hay certeza que por lo menos se desembolsaron 125 MMUS$ en el 2014.

GRAÑA Y MONTERO INGRESO AL CONSORCIO LUEGO DE LA DETENCIÓN DE MARCELO ODEBRECHT

En el año 2015, luego de una incesante campaña mediática del Grupo El Comercio, a través de los diarios: El Comercio, Gestión y Perú 21; que cuestionaban con argumentos entre falaces, discutibles y desinformados, la legitimidad del contrato del GSP; la empresa Graña y Montero SAA (GyM), relacionada con el grupo mediático; decide en noviembre ingresar al accionariado del CGSP con un 20% de participación. Un dato para recordar a los sorprendidos de hoy que parecen que no leían prensa en aquella época; en junio del 2015, el capitoste de la hoy cuestionada contratista brasileña, Marcelo Odebrecht había sido detenido en Sao Paulo. O sea los directivos de GyM deciden ingresar al CGSP cuando el máximo directivo del holding, cuya filial era propietaria del 70% del CGSP ya estaba detenido hacía cinco meses. Para arrepentimiento con indulgencia hay que decir la verdad primero.

COFIDE APENAS INGRESA GRAÑA Y MONTERO AL CONSORCIO GESTIONA FINANCIAMIENTO

Mientras esto sucedía entre empresas, en Cofide se jugaba otro partido, se gestionaba dos vías de financiamiento para GyM: 75 MMUS$ para el aporte de capital de esta empresa en el CGSP y una garantía por 60 MMUS$, que serviría como garantía al 50% de los 120 MMUS$ (20% de 600MMUS$) que tenía que poner la mencionada, como cobertura para el crédito puente por 600 MMUS$ que recibiría el CGSP.

AFP TIENEN QUE DECIR CUÁNTO HAN INVERTIDO EN GASODUCTO

Por otro lado, no se debe soslayar que las AFP, específicamente Integra y Profuturo, al inicio del 2016 entre ambas tenían una participación del 12% del accionariado de GyM, que cotiza en la Bolsa de Valores de Lima (BVL), donde la acción se caído 48% desde el 1 de noviembre del 2016 hasta el 20 de enero del 2017. Esto significa que el valor de la empresa en la BVL, se redujo en 538 millones en menos de tres meses. Habría que preguntarse si las AFP mantuvieron su posición, de haber sido así las pérdidas para los aportantes ha sido del orden de 65 MMUS$.

En resumen, Cofide a través de sus directivos actuales y el Ministro de Economía y Finanzas, deben decirnos que si aparte de los 125 MMUS$ desembolsados al CGSP, vía Citibank; se desembolsaron 125 MMUS$ para Odebrecht Latinvest Perú Ductos SA, 75 MMUS$ a GyM para su aporte de capital para ingresar al CGSP y se extendieron 60 MMUS$ de garantía a favor de GyM. En total son 385 MMUS$ de fondos de una entidad estatal. Por su parte las AFP deberán explicar cuanto han perdido en la caída de GyM en la BVL y además si han fondeado a alguna institución crediticia para que invirtiese en el GSP.

El tema ha sido pésimamente manejado por el llamado equipo de lujo del gobierno de PPK. Lo reseñado es solo uno de los aspectos de lo que deja la frustración del contrato del GSP, ya habrá oportunidad de analizar otras aristas.