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El Discurso De Renegociación De La Exportación Del Gas Natural Es Voluntarista

Entusiasmo altisonante ante una realidad demasiada compleja

Publicado: 2016-02-08

El gas se ha convertido en una muletilla de campaña electoral. En el 2011, la promesa central fue vender el balón de 10Kg de gas licuado de petróleo (GLP) a 12 soles y como oferta de segundo orden la renegociación de los contratos de explotación de gas natural (GN) para la exportación. Han transcurrido cinco años y el fracaso de los anuncios es un hecho objetivo; el balón de GLP vale 40 soles, y se sigue anunciando que el gobierno está renegociando el contrato de GN del lote 56 (Ollanta Humala declara erradamente que son los lotes 55 y 57). No siendo suficiente con lo ocurrido, hoy desde varias tiendas políticas se ofrece nuevamente la trillada renegociación y se aluden una serie de cifras, algunas erradas, como el equivalente de la energía eléctrica del volumen exportado de GN y otras referidas a comparaciones no pertinentes como la que se hace respecto a la venta de gas boliviano por ductos a Brasil y Argentina.  

El tema tiene mucho de pasión y poco de razón, por lo que vale poner conceptos y cifras para el debate.

EXPORTAR GAS NATURAL LICUADO Y GAS NATURAL EN DUCTOS.

La exportación de GN puede hacerse de dos maneras: vía ductos, aplicable entre países vecinos, caso las ventas que realiza Bolivia a Brasil y Argentina o como gas natural licuado (LNG), en el cual el energético se le disminuye la temperatura a -160°C convirtiéndolo en líquido, con lo cual el volumen se reduce en 600 veces y puede ser transportado en barcos que mantienen la baja temperatura, abasteciendo locaciones lejanas en las costas del mismo continente o a ultramar.

En ambos casos el precio en el yacimiento productor (precio en boca de pozo) se determina con la seguridad que al llegar al destino el GN tendrá menor costo que el combustible alternativo que usualmente es el Fuel Oil (Residual N° 6). Para este fin se realiza un cálculo regresivo (se denomina net back) desde el punto de destino hasta la boca de pozo.

En el caso de la exportación por ductos el precio en boca de pozo se determina por esta ecuación:

Precio en boca de pozo= precio destino-costo del transporte en ductos

En el caso del LNG, al precio de destino hay que restarle una serie de conversiones que se hacen en el camino y se determina como se indica:

Precio en boca de pozo= precio en destino-regasificación-transporte

                                            marítimo-licuación-transporte en ductos desde pozo

                                            a planta LNG

Es obvio que por tener tres elementos más que restan: regasificación, transporte marítimo y licuación; el precio en boca de pozo será menor en LNG que en el caso de la exportación por ductos. Queda clarísimo que no se puede comparar una exportación de LNG con una por ductos, desvirtuándose esa afirmación que se hace que Bolivia negocia mejor su venta de GN al exterior.

¿QUÉ IMPLICA COMO PAÍS LA CONSTRUCCIÓN DE UNA PLANTA DE LNG?

Desde el momento que un consorcio inversionista expresa a un país productor de GN su deseo de exportar el combustible como LNG, el gobierno tiene que tener en cuenta lo que significa la construcción de una planta de licuación, que conlleva a precios bajos en boca de pozo, la forma de calcular reseñada anteriormente pone en evidencia este hecho. Para el país representa una oportunidad de inversión, puestos de trabajo en etapa constructiva y cobro de regalías bajas no por el porcentaje sino por el precio de venta del GN en boca de pozo. El estado adquiere obligaciones por las billonarias inversiones que significa la construcción: estabilidad jurídica y tributaria del contrato, devolución anticipada del impuesto general a las ventas que debe hacerse en la etapa constructiva que tarda en promedio 5 años y garantía de la libre disponibilidad de moneda extranjera. En el caso de la Planta de Licuación de Pampa Melchorita, de propiedad de Perú LNG SRL, la inversión fue de 3,833 millones de dólares, del año 2010 y el estado peruano ofreció todas las garantías que se han señalado.

¿SON LAS CONDICIONES DE VENTA DE GN PARA EXPORTACIÓN ONEROSAS PARA EL PERÚ?

Para dar opinión objetiva es necesario analizar las cosas en el contexto de la época en que se tomaron las decisiones. El proyecto de Perú LNG SRL, nace en marzo del año 2003, con la constitución de la empresa, en ese momento el precio del GN estaba en ascenso, el valor mínimo en dicho año fue de 4.62 US$/MMBTU (dólares por unidad térmica inglesa de energía) y el un máximo de 7.71 US $/MMBTU, y eran condiciones propicias para el desarrollo de un proyecto que en esa época se estimó en 1,800 millones de dólares (MM US$).

El contrato de suministro de GN para la planta de LNG proyectada se firmó en septiembre del 2004 entre las mismas empresas contratistas de Camisea y Perupetro, la visión era de un precio permanentemente al alza, impensado era un descenso a los niveles de hoy donde el precio máximo en este mes de enero ha sido de 2.54 US$/MMBTU, con tendencia al descenso.

En ese contexto se establecieron las condiciones de pago de regalías del lote 56, que luego empezaron a ser criticados con un escenario de precios diferentes.

En el 2004, el precio mínimo fue de 5.15 US$/MMBTU y el máximo 6.58 US$/MMBTU. La planta diseñada para una producción de 620 millones de pies cúbicos por día (MMPCD), a través de su promotor Perú LNG SRL, suscribe en el 2007 con la estatal mexicana, Confederación Federal de Electricidad (CFE), un contrato de suministro de LGN a través de Repsol Comercializadora de Gas SA (RCG), donde se reflejaban las condiciones del mercado de esa época: precios e inversión al alza. En el año 2008, el precio llegó a un máximo de 12.69 US$/MMBTU, cuando la planta estaba en plena construcción y la inversión estimada en 1,800 MM US$ había pasado a 3,800 MM US $. Para que luego los precios se desplomaran con la crisis del subprime de ese año, llegando hasta los valores de hoy, no llegando a sobrepasar en los últimos 7 años el valor de 5.35 US$/MMBTU.

¿QUÉ SIGNIFICA RENEGOCIAR EL CONTRATO DEL LOTE 56?

La posibilidad de renegociar pasa por entender la estructura de financiamiento de la inversión de 3,850 MM US$, en la planta de LNG y los servicios requeridos. En esta cifra existen 2,250 MM US $ de créditos otorgados por la IFC, que es el brazo financiero del Banco Mundial para proyectos; el Banco Interamericano de Desarrollo; las estatales agencias de seguros de crédito para la exportación: Eximbank de los Estados Unidos de Norteamérica, K-Exim Guaranted de Corea del Sur y Sace de Italia; además de bonistas peruanos. Un cambio en la estructura de precios del suministro de GN proveniente del lote 56; implica afectaciones a todos los financistas. Negociar con todos estos actores para que haya cambios tiene dificultades extremas.

Otra manera de cambiar condiciones para mejores regalías para el estado peruano, es renegociar el contrato de suministro entre el suministrador actual de LNG; Shell International Trading Middle East Limited (SITME) y la CFE de propiedad del estado de mexicano, con intervención del estado peruano, cosa que tampoco ha prosperado a pesar de tener cerca de 5 años de tratativas.

La complejidad de las tan mentada variaciones de condiciones en el contrato del Lote 56, es mayúscula, y lo expresado en campaña no dejan de ser palabras que se lleva el viento, pues requiere una estrategia muy bien estructurada para tener éxito, sin llegar a tener descrédito internacional ni demanda alguna ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), con sede en Washington.


Escrito por

César Gutiérrez

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