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Ministro Merino basta de promesas promueva obras

Publicado: 2012-12-17

Exultante se le aprecia a don Jorge Merino, ministro de turno en la cartera de Energía y Minas, la razón, acaba de lanzar su enésima promesa, con santiamén legislativo incorporado y panegírico de padres y madres de la patria, más. Su nuevo ofrecimiento se llama Gasoducto Sur Peruano, en dos tramos: El primero en la ruta de Malvinas-Chiquintirca-Quillabamba-Anta y el segundo entre las ciudades de Anta e Ilo.

Mi opinión, roturas de espumante antes de iniciar la obra, cuando los cánones indican que debe hacerse al iniciar operaciones de proyecto culminado. Afirmación que suena a aguafiestas, que exige explicación al detalle

Aristas para ser cautos, por lo menos tres: viabilidad del cargo en la factura eléctrica; dificultades de construcción por problemas con la seguridad e ineficiencias en Proinversion.

La primera observación, el costo adicional en la factura eléctrica que garantice el flujo anual de pago a aquel que gane el proceso de competencia. Si el primer tramo de ductos entre Malvinas y Anta tiene un costo de construcción de 1,000 millones de dólares, como se viene afirmando y el horizonte de la concesión es 20 años, que es lo aconsejable y se evalúa a una tasa de descuento anual en dólares al 12% y se le adicionan los costos de operación y mantenimiento; se requieren no menos de 180 millones de dólares anuales, que a precios medios actuales de la electricidad a consumidor final, significan un cargo adicional de cerca del 6% en los costos mensuales. Con un gobierno tambaleante y asustadizo como el actual, tengo mis reservas sobre la posibilidad de hacer efectivo a la pretensión.

La segunda observación, la seguridad para los constructores, va ser un problema mayúsculo. El gobierno no tiene ninguna certeza de asegurar el control que permita una construcción sin contratiempos. En este estado de cosas se presentan dos posibilidades: no habrá postores o van presupuestar contingencias de elevado monto, que serán difíciles de asumir para los consumidores. Hay señales objetivas que lo afirmado es una realidad, la paralización de obras entre los kilómetros 82 y 127, que se encuentran en la zona, por los actos de terrorismo. A esto se le adiciona el abandono de las tareas de mantenimiento en este lugar para los ductos existentes.

Finalmente para completar la trilogía, tenemos la mediocridad en la gestión de la agencia Proinversion, que en toda la era Humalista, ha exhibido magros resultados. No ha ocurrido nada trascendente para que se pueda tener una garantía que un proceso de competencia complicado como éste, se haga en el tiempo oportuno y que al final siquiera se pueda llegar a buen puerto.

Así señor Merino y congresistas por la región Cusco que pretenden atribuirse el rédito político de haber conseguido el Gasoducto Sur Peruano. Trabajen señores y señoras, para que este deseo se convierta en realidad, en lugar de estar arranchándose una presea inexistente.


Escrito por

César Gutiérrez

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