#ElPerúQueQueremos

Tenso 1 de mayo en La Oroya

Publicado: 2012-05-01

Como el de la incertidumbre, será recordado el día internacional de los trabajadores del año 2012, en la ciudad de la Oroya. El desempleo se cierne sobre ellos, pues la posibilidad de la liquidación de la única empleadora de la zona, el complejo metalúrgico a cargo de la empresa Doe Run Perú, puede ser confirmada en los próximos días de este mes por la Junta de Acreedores constituida en Indecopi. Hay escepticismo total sobre la promesa gubernamental de seguirles pagando sus salarios, tal como lo viene haciendo la empresa a pesar que la planta está paralizada desde el año 2009. Las dudas se han incrementado desde que la semana pasada inexplicablemente Ollanta Humala, no recibió en palacio de gobierno a los representantes del sindicato que habían sido convocados.

Los mensajes del ejecutivo son completamente confusos, por un lado el ministro de energía y minas no se cansa de afirmar que no hay porque preocuparse, de otro el ministro de trabajo que manifiesta que el gobierno no se puede comprometer al pago y para completar la trilogía, el inefable premier Valdés, en la mismísima Casa de Pizarro deja el micrófono al presidente de la región Junín, Vladimir Cerrón, quien muy suelto de huesos dice que las empresas Cormin y Buenaventura serán las que efectuarán los pagos, pues se harán cargo de las operaciones de la fundición-refinería de la Oroya y la mina Cobriza. Audaz afirmación, deja entrever un arreglo sospechoso entre el gobierno y las dos corporaciones.

A estas alturas lo trascendente para los trabajadores y sus dirigentes, que dicho sea de paso tienen buena relación con la operadora actual, es que se les demuestre como es que se les pagará a futuro. Para ello hay que recurrir a cifras objetivas.

Hoy el cobro de salarios se hace al 70% de lo que ganaban regularmente, con un compromiso de pago futuro del 30% no cancelado, por acuerdo entre empleador y empleados, desde que se paralizó operaciones en el 2009 y que vence a fines de este mes. La fuente de donde provienen los recursos son los ingresos derivados de la venta de concentrados de la mina Cobriza, a cargo de la misma empresa, que ha notificado con flujo de caja justificatorio, tanto al ministro de trabajo, como al presidente de la junta de acreedores y a Apoyo Consultoría que brinda servicios técnicos a los mismos, que solo se pondrá honrar hasta mayo de este año, pues a partir de junio, se tendrá un déficit de cash de 5 millones de dólares, el que se incrementará a 12 millones en julio.

Las matemáticas no son opinión sino realidad pura y es bueno practicarlas sobre la carga de personal de los 2,500 trabajadores que hay en la Oroya, de los cuales 2,200 está en planilla y 300 fuera de ella.

El salario mensual promedio expresado en dólares asciende a la suma de US $ 1,326.00. Las 2,200 personas que forman parte de la planilla perciben 15.7 sueldos al año, como consecuencia de los pactos que se heredaron de la época de Centromin Perú; mientras que las 300 que no gozan ese privilegio solo tienen derecho a los 12 sueldos regulares.

El cálculo del monto requerido para cancelar a todo el personal con las cifras indicadas, indica que son 50.6 millones de dólares anuales. A lo que hay que agregar para aquellos que están en planilla: el equivalente a un sueldo anual por Compensación por Tiempo de Servicio (CTS) y 9% del monto bruto por concepto de Essalud. Estos cargos conllevan a una necesidad de 6.9 millones de dólares más.

Por tanto al cierre de cada calendario la empresa tiene que disponer de 57.5 millones de dólares.

Hoy está negada la posibilidad de operar la planta de la Oroya, mientras se culmina el Programa de Adecuación de Medio Ambiente (PAMA), que se estima que tardará 30 meses. Con las cifras exhibidas, se necesitarán 143.8 millones de dólares para pagar a los trabajadores con unidad de producción cerrada, es decir con la caja de alguien, que habría que preguntarse ¿quién será? El estado según el ministro de trabajo, no se compromete. ¿Es la razón por la que el señor Humala decidió no dar cara a los trabajadores que en campaña visitó buscando el voto prometiéndoles solución?

Ya bastante hemos tenido con la promesa mendaz de la gran transformación, como para otra decepción que la sufran  2,500 familias que reciben recursos directamente de la denostada Doe Run Perú y las cerca de 7,500 familias adicionales que viven en la zona y que dependen del salario de los trabajadores. ¿A esto le llamamos inclusión social? Razón tienen para no celebrar el 1 de Mayo y pasarlo en una tensa espera.


Escrito por

César Gutiérrez

El año 1,956 correspondió al fin del llamado “ochenio”, el gobierno de ocho años, del General Manuel Odría y la vuelta a la democracia...


Publicado en