Humala Promete Un Imposible: Industrialización Peruana
Entendemos que el comandante tiene quien le escriba, antítesis de un título de la obra de García Márquez, cambiándole el rango de coronel por comandante. El problema que quien le redacta los discursos parece desconectado de la realidad de la economía peruana y traigo a colación el tema pues ayer en Washington, en el foro de Naciones Unidas (ONU): “Éxito de los objetivos de desarrollo del milenio”, Ollanta Humala anunció el “firme compromiso con la industrialización”. Agregando que el secretario general Ban Ki-moon, estará en Lima en diciembre para la conferencia de la ONU sobre desarrollo industrial (ONUDI)
Me pregunto ¿cuáles serán los sectores en los que se industrializará el país? ¿Cuál será la manera de hacerlo? Si se quiere desarrollo industrial se necesita inevitablemente proteccionismo arancelario o ser propietario de tecnologías. Ninguna de las dos cosas tenemos. La primera porque nuestra economía es abierta y con el bajo grado de responsabilidad de manejo estatal, no podemos hacer ni el intento de medidas transitorias, pues se convertirán en permanente y mal endémico, además que nuestro compromiso con el sistema financiero internacional es de mantener o disminuir más los aranceles. Por el lado de la tecnología, es un sueño difícil de alcanzar con la estructura del nivel educativo que tenemos.
Señor Humala ¿no se da cuenta que los confeccionistas del centro comercial textil de Gamarra le han hecho una marcha pidiéndole que los proteja de las importaciones chinas? Y está clarísimo que su gobierno no podrá hacerlo pues usted predica Tratados de Libre Comercio por doquier. ¿O acaso le han dicho que la petroquímica del etano se hará en el Perú, lo cual es un imposible económico? ¿O alguien lo ha animado que haga industria del ensamblaje automotriz? ¿O alguien le ha mencionado que puede haber más industria textil en el Perú, donde la materia prima viene de otras latitudes y no tenemos ninguna marca propia de relieve mundial?
Tendremos la industria que hoy disponemos y nada más, no hay forma de multiplicarla, se requeriría un cambio de rumbo en política económica, en la dirección de lo que llamaron la “gran transformación”, que ya fue dejado de lado y ahora lo llaman: “responsabilidad económica”